El proyecto “Llars Conectades” (Hogares conectados) tiene el objetivo de ofrecer soluciones tecnológicas como sensores, asistentes de voz o relojes inteligentes para mejorar la seguridad y la calidad de vida de las personas mayores o en situación de dependencia que reciben.
A raíz de esta iniciativa, financiada con un Fondo Next Generation del departamento de Derechos Sociales de la Generalidad de Cataluña, la cooperativa pone en marcha este febrero una prueba piloto para instalar esta tecnología en un centenar de hogares de toda Cataluña.
Uno de los principales retos de Suara Cooperativa es buscar respuestas innovadoras que mejoren la calidad de vida de las personas y, por eso, intercoopera con diferentes empresas tecnológicas con las que comparten tanto objetivos como valores. En el caso de este proyecto, se ha aliado con YASYT Robotic, que se ha encargado de crear la Plataforma “Llars Connectades”, asume la parte técnica y realiza las formaciones.
Este mes de febrero se prevé que esta tecnología empiece a implementarse en los hogares, por lo que recientemente se han formado a las trabajadoras familiares del primer servicio donde se llevará a cabo la prueba piloto.
En el marco de estas formaciones aprendieron cómo utilizar estos aparatos, sus funcionalidades, cuáles deben implementarse en cada hogar acorde a las necesidades de cada persona; así como la información que se extrae de estos dispositivos.
¿Para qué se utiliza esta tecnología?
Al detalle, los aparatos como los asistentes de voz permiten que la persona pueda recibir recordatorios de la medicación que toman o de cuándo tienen una visita médica, así como les ofrece un amplio abanico de información y entretenimiento.
Por su parte, los Smartwatch, que también permiten hacer recordatorios, pueden geolocalizar a la persona para recibir avisos si esta se aleja de la zona establecida o realizar llamadas de emergencia.
En el caso de los sensores existen dos tipologías. Los de presencia se dividen con los de movimiento o nevera. Los primeros registran los movimientos de las personas si pasan por delante; y los segundos, que se conocen como los de nevera, informan sobre cuánto tiempo lleva una persona sin abrir ese electrodoméstico. Con los datos que se recogen mediante este modelo de sensores, pueden crearse patrones de conducta. Si estos cambian, puede indicar, entre otras cosas, que la persona se ha caído o que está modificando sus hábitos a causa de algún nuevo problema de salud.
En cuanto a los sensores magnéticos sirven para alertar cuando se produce un accidente doméstico en un hogar: los de aire, que captan la temperatura, la concentración de C02 o la humedad: los de agua se activan en caso de escape; o los de humo, cuando existe un incendio.
En la plataforma “Llars Connectades” se visualizan y gestionan las alarmas, así como se localiza a la persona de referencia en caso de que estas se activen. A medida que avance el proyecto, a través de algoritmos de inteligencia artificial se podrán crear patrones de conducta y analizar los datos recogidos.
Por ahora, esta iniciativa será totalmente gratuita tanto para las personas que acompañamos en los diferentes servicios como para los ayuntamientos que se acojan a esta prueba piloto.