En Suara Cooperativa llevamos diez años gestionando diferentes recursos del departamento de Justicia, un camino que iniciamos en 2014 con el Piso de Reinserción en Figueres. En este tiempo, hemos podido constatar cómo este servicio benefica la reinserción social de las personas que cumplen una medida penal y mejoran la seguridad pública creando menos reincidencia y menos víctimas.

La población en régimen penitenciario en Cataluña sólo representa un 0,01% de la sociedad catalana, pero ¿cuál es el perfil de personas que la configuran? La realidad que se trata de personas que, a menudo, provienen de situaciones de exclusión y vulnerabilidad, con trastornos de la personalidad y/o problemas de salud mental y/o adiciones, que no han cometido delitos graves de violencia, la mayoría son contra el patrimonio, hurtos y/o robos donde la problemática de consumo es a menudo un factor clave. Aproximadamente, un 90% de las personas que cumplen en un centro penitenciarios son hombres de nacionalidad española, según datos oficiales.

En el libro “No hay bestia tan feroz”, Edward Bunker cuenta la historia de Max Dembo, que tras cumplir una condena de ocho años en prisión en EEUU, quiere dejar atrás su pasado como delincuente y reincidirse en la sociedad. Un trabajo arduo si no has conocido otra forma de vivir y el sistema no te ofrece prácticamente oportunidades ni recursos en el proceso de reinserción.

Sin duda, es muy complicado que la población penitenciaria pueda realizar procesos de reinserción social positivossi no se les da, o tienen, los recursos sociales y personales que deberían tener para construir sus proyectos vitales, que son iguales que el resto de la sociedad: una casa, un trabajo, unos ingresos, una “familia” y una situación jurídica estable.

Sin embargo, el número de personas que no vuelven a delinquir es muy elevaden Cataluña. Según el Departamento de Justicia, es un 80% de las personas que pasan por un centro penitenciario no vuelven a cometer un delito, un dato que sube hasta el 90% en el caso de aquellos que han obtenido un régimen de semilibertad llegando a la libertad condicional. Uno de los mejores resultados en el ámbito europeo.

Con el objetivo de garantizar la reinserción del colectivo, el departamento de justicia dispone de diferentes recursos tanto para personas que se encuentran en un régimen de semilibertad como aquéllas que ya han cumplido la condena, a menudo gestionados por entidades del tercer sector, como es Suara Cooperativa.

menjador Unitat Dependent de justicia

 

Pisos por la reinserción social

En 2014 desde Suara Cooperativa empezamos a gestionar un piso de reinserción en Figueres para personas que disfrutan de permisos penitenciarios, semilibertad y ocasionalmente en libertad definitiva. Se trata de una vivienda mixta, para hombres y mujeres, que están cumpliendo su condena, pero que, por distintos motivos, no tienen los recursos o la oportunidad de volver a su entorno familiar, si es que dispone, una situación altamente compleja.

Por eso, se les ofrece estas plazas residenciales, en los que se les hace una acogida y acompañamiento individualizado centrado en la persona con el objetivo de que puedan reiniciar su propio camino y reconstruir su proyecto vital. Entre otros, se les ayuda a mejorar sus habilidades sociales y personales, gestionar el tiempo de ocio, encontrar un trabajo o realizar un itinerario formativo y laboral, así como asesoramiento jurídico. Así pues, la finalidad última es apoderar a las personas y dotarlas de recursos para que sean ellas mismas quienes puedan salir adelante y, por tanto, se conviertan en las protagonistas de sus procesos vitales.

Unidades Dependientes

Otro de los recursos que facilitan la reinserción social de este colectivo son las Unidades Dependientes de Justicia, orientadas a que personas a las que se les ha concedido un régimen de semilibertad como es el tercer grado puedan pernoctar en estas viviendas en lugar del centro penitenciario. En estos espacios pueden tener una mejor vida en comunidad y con un acompañamiento más individualizado.

De esta forma, pueden tener una vida lo más similar a la futura libertad condicional o definitiva, y poderlo trabajar con su propio contexto social más cercano. Cada persona tiene un Plan Individual de Trabajo que marca los principales objetivos y áreas, las más clave; la inserción formativa y laboral, la relación con sus familiares, seguimiento de tratamientos específicos de salud y otro tipo de acciones basadas en las necesidades de las personas. Además, otra de las ventajas es que esta modalidad también favorece su reinserción es que se puede reducir el estigma social que rodea a estas personas y estos procesos.

Una unitat dependent gestionada per Suara Cooprativa

 

Actualmente, en Cataluña hay 17 Unidades Dependientes de Justicia y desde Suara Cooperativa gestionamos tres. La primera de ellas, la empezamos a gestionar en 2018 en el Alt Empordà y desde el año pasado también gestionamos una en el Baix Llobregat y otra en el Vallès Occidental

El modelo de acompañamiento de Suara Cooperativa

Como cooperativa, uno de los valores esenciales de Suara es la participación. A través de la toma de decisiones apoderamos a las personas socias y trabajadoras para que decidan sobre cuestiones que pueden ir desde el día a día de su ámbito laboral hasta el devenir de la organización en el caso de las socias. Ahora bien, en consonancia con nuestra esencia cooperativa, la participación también es un valor primordial de nuestro modelo de acompañamiento. No sólo ponemos a la persona atendida en el centro, sino que también le apoderaremos para que sea la verdadera protagonista de su proyecto vital a través de la toma de decisiones.

Otro de los valores que mueven la acción de la cooperativa es la intercooperación con personas de otras entidades u organizaciones. Por eso, desde los servicios que gestionamos para el departamento de Justicia, también trabajan de forma coordinada con las personas profesionales de dentro de las prisiones para abordar, conjuntamente, un plan específico para cada persona atendida.

Más oportunidades

Después de 10 años gestionando servicios y recursos para el Departament de Justícia, desde Suara Cooperativa constatamos la importancia que tienen para la reinserción social de las personas. Un 20% de la población catalana vive una situación de pobreza, vulnerabilidad o riesgo de exclusión social. La alimentación, la vivienda o el acceso a la salud, entre otros, son derechos básicos que muchas de las personas que se encuentran dentro de las prisiones no saben lo que son. Una vez recuperan la libertad, no podemos volver a negarles estos derechos.

Por eso, este 20 de febrero, día Mundial de la Justicia Social, queremos que Cataluña se siga dotando de más recursos para fomentar que las personas privadas de libertad puedan construir sus proyectos vitales. Desgraciadamente, mientras no eliminamos las brechas sociales, económicas y digitales existentes, los centros penitenciarios habrá personas que proceden de contextos y situaciones de vulnerabilidad que no les permiten tener las mismas oportunidades que los de más.

Como sociedad, es necesario dar oportunidades a las personas que han cometido un error, porque fomentaremos la justicia social, que queremos por nosotros mismas, pero también para mejorar la seguridad ciudadana que deseamos. Todo el mundo merece las oportunidades que sean pertinentes para rehacer sus proyectos vitales, por el bien común.

Sergi Fortià, 

Director operativo de Suara Cooperativa