El modelo cooperativo pone en el centro la vida de las personas y del planeta y, por tanto, su misión y valores son esenciales para liderar la transformación del sector de los cuidados.

Este sábado 5 de julio celebramos el Día Internacional de las Cooperativas y lo hacemos en un año muy especial. En 2025, la UNESCO la ha declarado el Año Internacional de las Cooperativas por nuestra capacidad de construir un mundo mejor.

Sin duda, esto es posible porque en el centro de nuestra acción ponemos la vida de las personas y el medio ambiente y, por tanto, el valor de los cuidados. Es en este contexto que, desde el cooperativismo, tenemos mucho que decir en un sector que hace falta una transformación social: el de los cuidados. El modelo se encuentra entre las cuerdas y no puede garantizar una atención digna, accesible y sostenible.

Ahora bien, los cuidados son un pilar fundamental de nuestras sociedades y por el bienestar colectivo y, por eso, debemos ponerlos en el centro en su sentido más amplio: no sólo para aquellas personas que se encuentran en una situación de dependencia en sus hogares, sino también aquellas que pueden sufrir problemas de salud mental o por la crianza de los niños, especialmente, si se encuentran en situación de vulnerabilidad.

Ahora bien, la realidad es que el sector de los cuidados está en crisis. Por un lado, carecen profesionales en el sector a la vez que éste está muy precarizado. Ante todo, porque durante siglos los cuidados los han asumido las mujeres sin ningún tipo de reconocimiento ni compensación, ya que han quedado relegadas en el ámbito familiar e invisibilizadas. En segundo lugar, porque una vez empezado a profesionalizarse el sector, principalmente, las personas trabajadoras son mujeres de orígenes diversos.

Una situación que aún se agravará más en un futuro no tan lejano. El alargamiento de la esperanza de vida comporta que cada vez tendremos personas mayores que quieren envejecer en casa con una situación de deterioro físico o cognitivo y, por tanto, de dependencia. En 2050 se prevé que más de medio millón de personas en Catalunya requerirán atención en el hogar, el doble del 2021, y para atenderlas habrá menos personas profesionales a raíz de la baja natalidad. 

Las cooperativas con su voluntad de poner los cuidados y personas en el centro de nuestra acción somos y seremos una pieza clave para poder liderar la transformación de este sector. Esta frase no es un mero eslogan, sino que fomentamos la participación activa de las trabajadoras y la corresponsabilidad organizativa con el fin de poder construir entornos laborales dignos donde las profesionales sean valoradas y escuchadas.

Participación ciudadana en los procesos de innovación

Otro de los valores clave del cooperativismo que nos permite construir un mundo mejor es la intercooperación entre distintos agentes y actores. Además, con nuestra voluntad de transformar la sociedad trabajamos desde el territorio y con el territorio porque nadie mejor que las personas conocen sus realidades y necesidades. Por eso, fomentamos la participación ciudadana y la acción ciudadana en la búsqueda de respuestas.

En este contexto, por ejemplo, en Suara Cooperativa, la innovación es uno de nuestros motores para dar respuesta a los principales retos sociales. Sin embargo, estas soluciones innovadoras no las desarrollamos solas, sino que nacen de un proceso de cocreación e intercooperación, en el que también participan las startups y empresas tecnológicas, el mundo académico y la investigación, la administración pública, así como la persona atendida y trabajadora. Por tanto, la ciudadanía también se convierte en una pieza clave en todo el proceso de creación, diseño e implementación de respuestas los retos que les afectan.

Los cuidados en un sentido amplio

También, es necesario que entendamos los cuidados en un sentido amplio y, por tanto, todas las personas nos hacemos corresponsables. Por ejemplo, la ONU alerta de que una cuarta parte de la población mundial va a tener un trastorno de salud mental. Además, acuerdo un reciente estudio del ministerio de Derechos Sociales, la prevalencia de bajas laborales comunes, no por accidentes o enfermedades laborales, se situó en 19,9 por cada 1.000 habitantes en 2012, un dato que se disparó hasta las 53,3 por 1.000 habitantes en 2024.

Por eso, es tan importante poner a la persona en el centro como hacemos desde el cooperativismo donde velamos por su bienestar. En este sentido, es imprescindible que no sólo las cooperativas, sino el conjunto de empresas y organizaciones también se involucren en el bienestar de las personas trabajadoras.

Desde Suara Cooperativa lo hacemos con Benestarum, una plataforma digital en la que las personas trabajadoras y socias de trabajo pueden tener sesiones online con expertos en el ámbito de la nutrición, el bienestar emocional y físico, asesoramiento financiero y energético, entre otros. Además, también tenemos otros servicios como el Deixa’t cuidar donde pueden acceder a una fisioterapeuta o de Mindfulness inmersivo, entre otros. 

Las cooperativas somos la respuesta al sector de los cuidados

Es necesario que dejemos atrás modelos asistenciales y que todas nos impliquemos en la transformación del modelo de los cuidados. Valoramos con buenos ojos iniciativas como las que recoge el Plan Impulsa Barcelona en relación con los cuidados. Éste es una clara muestra de que se puede avanzar hacia un modelo y sistema más justo.

Ahora bien, esto sólo será posible si en esta transformación del sector está liderada con la misión del cooperativismo de poner a la persona y la vida en el centro, así como de los valores que se desprenden: la intercooperación, la acción comunitaria, la cohesión social, la participación y la innovación. Sólo de este modo, los cuidados dejarán de ser una carga invisibilizada por ser una acción compartida entre todas y, de este modo, tener el reconocimiento social que se merece y ser el palo de pajar del bienestar de nuestras sociedades.

Laia Bonastra, 

presidenta de Suara Cooperativa