El conseller de Drets Socials, Carles Campuzano, inauguró el pasado 14 de marzo la nueva Barnahus Girona que gestionará Suara Cooperativa. El equipo de la cooperativa guió la visita para dar a conocer las instalaciones al consejero y las autoridades invitadas. Este servicio atenderá a niños y adolescentes de la veguería de Girona que hayan sufrido violencia sexual, así como a sus familias. Se trata del sexto servicio, de los 12 previstos por el Govern, después de que en el 2020 iniciara su pilotaje en Tarragona. La Barnahus (casa de los niños, en islandés) se trata de un modelo de atención integral a las víctimas de violencia sexual donde todos los departamentos que intervienen en un caso, se coordinan y se integran para trabajar bajo el mismo techo, lejos de comisarías y hospitales, para crear un entorno amigable y acogedor para niños y adolescentes. Así, se evita que la víctima tenga que declarar una media de cuatro veces en varios espacios y frente a diferentes personas.
El equipo de Suara cooperativa, formado por siete profesionales -una coordinadora, dos trabajadoras sociales, dos psicólogas y dos administrativas- empezará esta semana a tierno los más de 40 casos derivados hasta la fecha.
La nueva Barnahus de Girona permitirá integrar la valoración, atención, tratamiento y seguimiento de cualquier niño y adolescente de las comarcas gerundenses que haya sufrido violencias sexuales, así como las acciones de colaboración entre profesionales también en la prevención y detección de esta lacra. «El objetivo es crear un entorno amigable y acogedor, en el que los niños se sientan seguros y acompañados durante todo el proceso. Un servicio integral que minimiza el trauma y la revictimización, que ya han sufrido una experiencia tan dolorosa», afirma Anna Vera, directora de la Barnahus de Girona.
Las instalaciones disponen de dos salas de espera separadas equipadas con muebles, juguetes, revistas, libros, etc., adecuadas a la edad ya las necesidades de los niños y adolescentes. También tiene un espacio de trabajo para los profesionales; cinco salas para entrevistas y para atender a las familias, niños y adolescentes; una sala de exploración forense para la prueba preconstituida; una sala de observación para visualizar las entrevistas de exploración; una sala de exploración médica con baño; un espacio para Mossos d´Esquadra, una pequeña cocina y un espacio habilitado para terapia canina.
En el transcurso de la inauguración el acto, el consejero de Derechos Sociales, Carles Campuzano, mencionó el sentimiento contradictorio que supone inaugurar estos servicios porque “en un lugar acogedor y cálido como la Barnahus” se evidencia “el peor delito que se puede cometer” ya la vez “se percibe la energía positiva de los y las profesionales y las ganas de hacer cosas”. También agradeció la participación de todos los agentes implicados, en la entidad Suara Cooperativa, y destacó la complicidad y colaboración de todos ellos por la puesta en marcha del servicio.
En cuanto a la experiencia y trayectoria de Suara con servicios de infancia, el codirector general de Suara, Tomás Llompart, señaló que “el compromiso de Suara hacia la infancia está claro desde sus inicios, dando respuesta a la infancia vulnerable, transformando los problemas en retos, y estos en soluciones”.
¿Qué es la Barnahus?
Barnahus, la casa dels xiquets i les xiquetes, es un proyecto del Gobierno de la Generalidad de Cataluña que implica a varias consellerias. El principal impulsor es el Departamento de Derechos Sociales -mediante la Dirección General de la Atención a la Infancia y la Adolescencia-, en coordinación con Salud, Educación, Interior, Justicia e Igualdad y Feminismos, además de la Fiscalía y la Judicatura.
El centro tiene el aspecto de un hogar, para que los niños y sus familias lo reconozcan como un espacio amigable que proporciona seguridad y confianza. Trabaja a tiempo completo un equipo psicosocial y, además, hay otros profesionales que se desplazan cuando es necesario o que se conectan por videoconferencia para evitar que la víctima y su familia sean los que tengan que recurrir a las diferentes instancias que intervienen en estos procesos: comisaría, juzgado, servicio de infancia, centro médico, etc.
Los objetivos son, por un lado, procurar que los niños y adolescentes se vinculen a un binomio profesional —habitualmente formado por un psicólogo o psicóloga y un trabajador o trabajadora social—, que se encargan del desarrollo y la recuperación de las víctimas y de acompañar a sus familias en este proceso. Y por otro, minimizar la contaminación del testigo y garantizar las mejores condiciones por si el equipo de asesoramiento técnico penal recibe el encargo de realizar una entrevista forense para la prueba preconstituida o declaración judicial.