Desde Suara Cooperativa queremos dedicar este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, a todas las trabajadoras del servicio de atención domiciliaria que realizan una labor imprescindible para garantizar una vida digno y de calidad a personas en procesos de envejecimiento y/o en situación de dependencia.
"Mi trabajo va mucho más allá de la limpieza", explica Yolanda Pérez, una trabajadora de un Servicio de Atención Domiciliaria (SAD) gestionado por Suara Cooperativa. Cuando llega a los hogares, se encuentra a gente mayor que está muy sola. “Estas personas sí necesitan que alguien vaya a su casa, hablar, que les escuches”, relata.
La función de las personas que trabajan en el SAD, en su mayoría mujeres, es imprescindible tanto para las personas que atienden como para sus familias y el conjunto de la sociedad. Gracias a ellas, las personas en procesos de envejecimiento y/o aquellas en situación de dependencia pueden gozar de una vida de calidad y digna en sus hogares.
Sin embargo, su trabajo es muy invisibilizado y poco reconocido socialmente, principalmente, porque es un sector feminizado y con un elevado número de personas migradas. Por eso, este 8 de marzo, Día de la Mujer Trabajadora, queremos visibilizar su trascendental labor.
"Es un sector que no se valora, pero cuando entro a domicilio y veo que la persona me recibe con una sonrisa, el resto se olvida totalmente", asegura Pérez.
Imprescindibles
Actualmente, en Cataluña hay 68.000 personas que trabajan en este servicio, de las que en torno a 3.800 lo hacen en Suara. En una población que envejece, su labor será aún más esencial en un futuro no muy lejano: en el 2050 se necesitarán en torno a 33.500 más de las cerca de 60.000 que existen ahora.
“El actual sistema de cuidados, previendo el crecimiento de las personas mayores de 65 años en los próximos años, colapsará en breve. Por tanto, no es sostenible y es un sistema que debemos mirarnos y comprometernos a toda la sociedad a encontrar nuevas soluciones”, afirma Àngels Cobo, directora de la Oficina de Transformación Digital de Suara Cooperativa.
En este contexto, Cobo asegura que debe replantearse el actual modelo de los cuidados y en este proceso debe involucrarse a todo el mundo, incluido, la persona atendida, las familiares y las trabajadoras del SAD. Además, también deben incluirse herramientas tecnológicas que puedan facilitar el trabajo a las cuidadoras profesionales.
Ahora bien, en un sector que está poco valorado también es necesario que exista un reconocimiento social, político y económico de las trabajadoras del SAD para que puedan mejorar sus condiciones laborales y construir sus proyectos vitales.
Crecimiento dentro de la cooperativa
Por eso, desde Suara impulsamos su formación y crecimiento dentro de la cooperativa para que puedan cambiar sus realidades y colaborar en la construcción del nuevo sistema de los cuidados.
Un ejemplo es Mar Sentis, quien empezó a trabajar en Suara hace 13 años como trabajadora familiar. Posteriormente, ascendió por ser mentora de las nuevas trabajadoras y, actualmente, forma parte del equipo de innovación, en concreto, dentro del proyecto de Llars Connectades, que tiene como objetivo hacer llegar la sensórica a los domicilios para mejorar la asistencia a los hogares.
"La cooperativa potencia el crecimiento profesional de las trabajadoras y yo creo que soy un claro ejemplo de esto", resalta Sentis, quien también hace valer todos aquellos conocimientos adquiridos en el SAD que le han servido para trabajos posteriores: "Sobre todo personales como la empatía, la asertividad, la gestión de emociones y la resolución de conflictos".
Por su parte, Pérez está estudiando en el Campus de Suara una formación para convertirse en trabajadora familiar y crecer en su carrera profesional. “Muy contenta y muy agradecida de que Suara me dé esta oportunidad. Es un paso adelante para mí. Para mi formación, para un cambio laboral que siempre va bien y, así, de este modo, poder ayudar a las personas de otra forma. Esto evidentemente te empodera”, destaca.
Este 8 de marzo, desde Suara Cooperativa queremos visibilizar el trabajo de las trabajadoras del SAD y ponerlas en el centro. SI queremos un sistema de bienestar y cuidados para vivir dignamente en casa, esto, sin duda, ocurre para que las trabajadoras del sector tengan unas condiciones laborales dignas que les permitan construir un proyecto vital propio.