Uno de los principales retos para garantizar los derechos de las personas LGTBIQ+ es hacer frente a las discriminaciones por razón de orientación sexual o identidad de género. Con este objetivo de fondo, en Suara trabajamos todo el año para poner la perspectiva LGTBIQ+ en todos los servicios que gestionamos. 

¿Cómo lo hacemos? Nos lo explican voces expertas que tenemos dentro de la organización de dierentes servicios donde acompañamos a personas de diferentes etapas vitales, ya que en cada uno de ellos se deben seguir estrategias diferentes.

Para Elena Romero, educadora social en un centro para infancia tutelada, es muy importante que las personas, desde pequeñas, sepan diferenciar entre dos conceptos claves: la identidad de género y la orientación sexual. En el primer caso, según Romero, es muy importante acabar con los estereotipos; y, en el segundo, educar en la diversidad, visibilizar las distintas realidades y nombrar las cosas por su nombre. “Adiós al azul para los niños y al rosa para las niñas. Adiós a los tabúes”, remarca Romero.

En los centros abiertos, la realidad es diferente, narra Bárbara Ercilla de Villena, que dirige. En concreto, en el que ella trabaja existen dos personas jóvenes en un proceso de transición y, asegura, que sus compañeros y compañeras lo han aceptado con normalidad. “La resistencia no está en los adolescentes. La deconstrucción debemos hacerla los adultos y se debe acompañarse a las familias”, matiza Ercilla de Villena.

En los diferentes centros penitenciarios de Cataluña existe la figura de referentes de género, que tiene como objetivo canalizar las acciones de sensibilización, detectar las posibles discriminaciones o situaciones que deben regularse para garantizar y preservar los derechos del colectivo LGTBIQ+, explica Marta Julian, directora de mediación cultural de los servicios penitenciarios gestionados por Suara Cooperativa. "Garantizar la convivencia en las prisiones de Cataluña implica un respeto por cualquier tipo de diversidad para poner ante la dignidad humana versus las creencias personales", argumenta Julian.

La generación que ha sufrido la represión

Los derechos de las personas LGTBIQ+ deben garantizarse en cualquier etapa vital y, por tanto, también en la vejez. "Nos encontramos con una generación que ha vivido la represión y que todavía ahora viven escondiendo este aspecto", recuerda Mireia Lluís, directora de un centro de día para personas mayores. Por eso, detalla, que lo importante es normalizar la realidad de estas personas para darles entender que este derecho será garantizado como cualquier otro, como por ejemplo, tener una comida sobre la mesa. Además, también aboga por crear protocolos y normas internas que eviten las discriminaciones, que posibiliten generar mecanismos de denuncia interna a la vez que garanticen la formación de las personas trabajadoras.

La realidad que describe Lluís en Suara Cooperativa ya se implementa en cada uno de los servicios, así como en la organización. Sin embargo, en Suara no solo implementamos la perspectiva LGTBIQ+ en nuestros servicios, sino también dentro de la cooperativa. En abril, aprobamos un protocolo para garantizar los derechos de las personas del colectivo y evitar cualquier tipo de discriminación hacia las personas trabajadoras, atendidas en nuestros servicios o clientes pagadores. Entre otras cosas, remarca Marta Ruiz, técnica del Área de Personas, este contempla que se active una comisión de investigación si existe una denuncia por una discriminación o agresión LGTBIQ+.

“En Suara trabajamos más de 5.000 personas con distintas entidades de género y orientaciones sexuales. Entre todas hemos conseguido que Suara sea un lugar seguro donde todos puedan expresar y vivir su sexualidad libremente” defiende Ruiz.

Así pues, los derechos de las personas LGTBIQ+ no solo los defendemos este 28 de junio, sino todos los días del año. En Suara Cooperativa somos personas que decidimos acompañar el orgullo a la vez que muchas de nosotros también somos personas que acompañamos con orgullo.