Un grupo de 18 trabajadoras procedentes de diferentes servicios de Suara Cooperativa, y liderado por Lucia López Outon y Karim Bennaser, llevaron a cabo una formación vivencial en el norte de Marruecos.
Durante su visita, que tuvo lugar a finales de septiembre, el equip tuvo la oportunidad de conocer y colaborar con varios proyectos centrados en la atención a personas en situación de vulnerabilidad, con un enfoque principal en el educación y la inclusión social.
Uno de los proyectos visitados fue la Asociación de Mujeres, Adolescentes y Niñas (CRAE Chicas), dedicado exclusivamente a niñas en situación de vulnerabilidad, ofrece atención integral con un foco en la protección, alfabetización y apoyo emocional. Este centro busca empoderar a las niñas mediante programas educativos y de desarrollo personal para reducir la exclusión social
En el ámbito de la inclusión, también visitaron la Asociación YAHYA, que ofrece servicios especializados para la infancia y la adolescencia con Trastorno del Espectro Autista (TEA). La asociación proporciona evaluaciones, diagnósticos y atención temprana, así como programas de intervención para adolescentes, con el objetivo de mejorar su calidad de vida y su integración en la sociedad.
Otro de los proyectos destacados fue la Escuela Rural (Proyecto Pozo Transformación del Entorno), comprometido con la mejora de la alfabetización en zonas remotas, así como ofrecer acceso a una educación equitativa en zonas rurales de Marruecos, muy desigual en comparación a las zonas urbanas. Las trabajadoras de Suara Cooperativa conocieron de primera mano los esfuerzos por reducir esta brecha educativa, enfocándose en apoyar a las niñas y comunidades con menos recursos.
Pese a los avances, los retos siguen siendo inmensos. Las comunidades rurales se enfrentan a la falta de infraestructuras adecuadas, la escasez de docentes y las dificultades de transporte para que los estudiantes lleguen a las escuelas. Además, problemas como la pobreza y el trabajo infantil impiden que muchos niños y niñas asistan regularmente a clase.
Por último, el grupo conoció el trabajo de la Asociación Ecodel (Ecodel pour le Développement Équitable), una organización dedicada a combatir la exclusión social y la pobreza en zonas desfavorecidas. Ecodel realiza actividades de alfabetización, formación profesional y soporte a proyectos generadores de ingresos, promoviendo valores como la igualdad, la tolerancia y la democracia en la región.
Esta experiencia formativa no sólo permitió a las trabajadoras de Suara conocer de cerca la realidad de estos proyectos, sino fortalecer los vínculos de solidaridad y cooperación internacional en pro de la educación y la inclusión social en comunidades vulnerables.