Nace www.aliura.coop, el primer portal sobre la dependencia en Cataluña, que tiene como objetivo acompañar y ayudar a las personas dependientes y sus familias. El portal concentra toda la información fiable y actualizada sobre ayudas, recursos y servicios en torno a la dependencia. Y también herramientas para gestionar emocionalmente el proceso por el que un familiar pasa a ser dependiente.

Aliura es una iniciativa de Suara Cooperativa, una entidad catalana sin ánimo de lucro y con más de 40 años de experiencia en la atención de personas mayores y dependientes, y promovida por el Departamento de Empresa y Trabajo de la Generalidad de Cataluña a través del Proyecto Singulares, que tiene la finalidad de generar empleo.

Según una de las impulsoras de la Plataforma Aliura y directora de Transformación Digital de Suara, Àngels Cobo, “llevamos muchos años observando cómo miles de personas, sobre todo mujeres, afrontan el proceso de pérdida de autonomía de un familiar prácticamente solas. De ahí nace Aliura, como portal donde encontrar acompañamiento e información sobre ayudas y recursos para cada momento del proceso de dependencia”. En este sentido, detalla que “el objetivo es mejorar la accesibilidad a la información sobre la Ley de Dependencia, prestaciones u otros recursos. Y acompañar en un proceso largo que recae en la familia de la persona dependiente, habitualmente más en la mujer, de forma invisibilizada y poco reconocida”.

Aliura también quiere visibilizar la importancia de los cuidados y el enorme reto demográfico y social que afronta el país si quiere garantizar una vida digna a 2 millones y medio de personas mayores en el 2050. Cobo advierte que “hay que situar este desafío como una prioridad y una emergencia y promover la innovación y la colaboración público-privada para encontrar soluciones”.

Información y acompañamiento

Aliura aporta información sobre lo que es la dependencia, los primeros síntomas y su evolución. Con un lenguaje cercano, se dirige tanto a la persona dependiente, a la cuidadora y al resto de familiares. También detalla los servicios, ayudas y recursos para promover la autonomía de las personas mayores que desean seguir viviendo en casa pero necesitan ayuda. En este apartado, se pueden encontrar recursos para tener un acompañamiento presencial o bien a través de nuevas tecnologías que, en grados leves de dependencia, pueden ser de gran utilidad. Por ejemplo, relojes inteligentes que realizan un seguimiento de constantes vitales, detectan caídas, tienen botón SOS y permiten localizar rápidamente al familiar o asistentes de voz que realizan llamadas sin necesidad de manipular el móvil, apagan o encienden luces o recuerdan cuándo hay que tomar la medicación.

En el segundo apartado “Fuera de casa”, incluye información sobre cómo gestionar el momento en el que ya no es posible estar todo el día en casa o seguir viviendo y buscar recursos como centros de día, residencias o pisos asistidos. En el apartado “Ayudas”, Aliura detalla toda la información sobre quién puede acceder a las ayudas de la Ley de Dependencia y cómo hacerlo: cómo conseguir el reconocimiento del grado de dependencia, cuál es el tiempo medio de espera o qué recursos se puede optar (teleasistencia, atención a domicilio, prestación económica, etc.).

 

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El gran reto del envejecimiento de la población

Hoy, Cataluña lidera el ranking de las listas de espera para las ayudas a la dependencia a nivel estatal, según datos de la Asociación de Gerentes y Directores de Servicios Sociales. A 267.442 catalanes se les ha reconocido el derecho a recibir una prestación por su dependencia según datos del Imserso. Pero más del 25% (68.074) sigue esperando la resolución de su caso. El propio organismo calcula que en Cataluña hay más de un millón de personas potencialmente dependientes y que el 34,9% han solicitado algún tipo de ayuda.

La situación será cada vez más preocupante si nos fijamos en las proyecciones demográficas. Según el Idescat (Instituto de Estadística de Cataluña), en Cataluña hay 1.528.323 personas de 65 años o más que suponen el 19,3% de la población. En la ciudad de Barcelona, son ya el 21,3% (349.441) y hay más de 119.000 personas mayores de 80 años.

Pero según las proyecciones de futuro, en 2040, los catalanes mayores de 65 ya serán un 26,1% de la población, y en 2050 un 28,9% (2.490.039). Asimismo, la población en edad de trabajar irá bajando fruto de la caída de la natalidad en las últimas décadas. En 2055, la tasa de dependencia (población de 65 años y más por cada 100 personas de 15 a 64 años) habrá alcanzado el 50%, el doble que en 2000.

Todo ello pone en cuestión la sostenibilidad futura del estado del bienestar actual y obliga a una reflexión urgente sobre el futuro de los cuidados. El envejecimiento de la población requerirá ampliar, optimizar y transformar el sistema de cuidados de larga duración.