Celebramos el Día Mundial de la Realidad Virtual. Una puerta al futuro digital que revoluciona el presente, siendo una herramienta de inclusión social e innovación comunitaria.
En el Día Mundial de la Realidad Virtual (RV), que se celebra este 19 de noviembre, diversas entidades del tercer sector ponen el foco en el poder inclusivo y transformador de esa tecnología en las comunidades más vulnerables.
La realidad virtual e inmersiva, tradicionalmente asociada al entretenimiento y la innovación comercial, está demostrando su potencial para fomentar la inclusión social, la educación y la integración en ámbitos como el apoyo a personas con diversidad funcional, salud mental y la formación de jóvenes en riesgo de exclusión social. Ésta ha dejado de ser un concepto futurista e inaccesible para convertirse en una herramienta fundamental que transforma la forma en que interactuamos con el mundo.
Cada vez para más entidades del tercer sector, la realidad virtual e inmersiva representa una herramienta para realizar accesibles experiencias a colectivos que a menudo quedan al margen de las oportunidades tecnológicas. Suara Cooperativa, por ejemplo, utiliza la realidad virtual para ofrecer viajes inmersivos y culturales a personas mayores con movilidad reducida, lo que les permite “transportarse” virtualmente a museos, paisajes naturales y sitios históricos. Este tipo de experiencias les permite revivir momentos históricos de su juventud o acceder a espacios y experiencias que por su situación física nunca podrían visitar de nuevo.
Un buen ejemplo de cómo empleamos en Suara Cooperativa la realidad virtual con el proyecto REVIVE, que desarrollamos conjuntamente con la empresa tecnológica Broomx y el Consorci Sanitari de Terrassa. Este programa, que nace gracias a una subvención del proyecto Singulares del Departamento de Empresa y Trabajo, permite trabajar en sesiones grupales el bienestar cognitivo y físico de las personas mayores a la vez que ayuda a combatir la soledad no deseada y aproximar a esta tecnología a un colectivo que, habitualmente, no tendría acceso. Por tanto, más allá de mejorar la salud mental y física de las personas también nos permite romper las brechas sociales y tecnológicas.
Así, la realidad virtual facilita combatir la soledad no deseada y el sentimiento de aislamiento a aquellas personas que tienen pocas interacciones sociales en su cotidianidad, haciendo accesibles experiencias que las acercan al mundo exterior.
Desde Suara Cooperativa hemos empezado a implementar la realidad virtual en programas de acompañamiento a la salud mental, utilizando entornos virtuales para la terapia de exposición (exposición paulatina y acompañada a la situación traumática) y la gestión emocional. En estos programas se crean espacios virtuales en los que las personas atendidas, adolescentes y jóvenes, pueden practicar habilidades sociales y afrontar miedos en entornos seguros y controlados. Estas prácticas se convierten en una herramienta terapéutica que complementa la psicoterapia.
Más allá de esto, también nos permite trabajar el bienestar de las personas trabajadoras con programas como el de Mindfulness Inmersivo, que ayuda a mejorar las sesiones de estrés o ansiedad.
Para poder desarrollar programas como éstos, es imprescindible que las entidades sociales establezcamos alianzas con centros de investigación y universidades, nutriéndonos mutuamente y construyendo propuestas de valor.
En este Día Mundial de la Realidad Virtual, el tercer sector también hace un llamamiento a la inclusión y accesibilidad tecnológica. A pesar de los grandes avances, el acceso a la realidad virtual todavía está limitado por muchas entidades que trabajan con recursos económicos reducidos. El reto de futuro es conseguir que tanto el sector público como el privado facilite el acceso a esta tecnología.
Para el tercer sector, la realidad virtual es una herramienta con potencial para fomentar la inclusión social, ofrecer soporte a la salud mental, y abrir nuevas oportunidades de futuro y democratizar la tecnología. Concretamente la realidad virtual, se convierte en un imperativo más para garantizar los mismos derechos y oportunidades para todos y así conseguir la soberanía tecnológica desde la accesibilidad y la asequibilidad.
Natalia Alonso
Especialista en Realidad Inmersiva de Suara Cooperativa