Lejos queda o debería quedar el imaginario de una familia compuesta por un padre y una madre joven o el de una mujer cuidando de forma exclusiva a las personas familiares o del entorno más cercano.

En la sociedad del siglo XXI debe estar compuesta por familias diversas, que deberían poder desarrollar sus proyectos vitales en igualdad de condiciones. Ahora bien, acuerdo un reciente informe de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Binarios, Intersexuales, plus (FELGTBI+), las familias del colectivo cobran un 18,69% menos que las del resto de las del estado español.

La brecha salarial entre las personas migradas y las nacidas en España, también es preocupante: asciende al 37%. Además, también cabe recordar que, en el caso de las mujeres, también están gravemente afectadas por la interseccionalidad y, a menudo, son excluidas del mercado laboral por el simple hecho de ser mujeres, una realidad que aún se acentúa más en el caso de aquellas de culturas, orígenes, orientaciones o entidades diversas.

La precariedad también se ceba con las familias monoparentalescerca de dos millones en España y en el 90% de los casos sustentadas por mujeres. Por otra parte, una cuarta parte de estas son mileurista y una tercera parte no tienen trabajo.

Por tanto, desde Suara Cooperativa exigimos que se pongan las medidas pertinentes para abordar estas realidades con el fin de que se acaben estas desigualdades entre los diferentes modelos de familias diversas. Cualquier persona, independiente de su realidad y diversidad, debe poder desarrollar su proyecto familiar con igualdad de condiciones.

Corresponsabilidad en los cuidados

Otro tema que vemos con preocupación es cómo, en la mayoría de los casos, son las mujeres las que asumen todo el rol de la carga familiar, por lo que las que deben renunciar a sus proyectos vitales y/o laborales.

Además, con el envejecimiento de la población a la vez que se ha incrementado la edad en la que las mujeres tienen su primera maternidad ha comportado la aparición de lo que, popularmente, se llama la mujer sándwich, que se encarga de las tareas de cuidado o acompañamiento de dos o más miembros de la familia como pueden ser padres e hijos.

En este contexto, mayoritariamente, si el trabajo lo permite, somos las mujeres las que reajustamos nuestros horarios laborales con las necesidades familiares como acudir a la salida de la escuela, el acompañamiento del padre o la madre al médico o la atención de una persona en situación de dependencia. Esto comporta que, a menudo, tengamos que renunciar a nuestra carrera profesional o tengamos más complicaciones para ascender en el ámbito laboral, ya que esta situación dificulta que podamos asumir trabajos de responsabilidad o liderazgo.

dona cuidant a la mare

Más allá de renunciar a la vida laboral, también dificulta que podamos llevar a cabo nuestro proyecto vital, puesto que, entre el trabajo y las tareas de los cuidados, el tiempo para nosotras mismas es reducido. Esto sin duda puede acabar repercutiendo en el bienestar emocional, psicológico y físico de muchas mujeres. Además, por lo general, también acaba perjudicando al conjunto de la familia, ya que no la mujer no puede dedicarles un tiempo de calidad, por ejemplo, para la educación o el ocio, que vaya más allá de las funciones que requieren las manchas de la crianza, los cuidados o el acompañamiento.

Una situación que se agrava en el caso de aquellas mujeres que cuidan a una familiar en situación de dependencia. En este contexto, en Cataluña existen unas 97.000 personas cuidadoras no profesionales, de las cuales un 80% son mujeres de entre 51 y 70 años que dedican alrededor de 14,6 horas diarias a las tareas de los cuidados sin recibir ninguna prestación. Según un informe del departamento de Derechos Sociales, el 80% no se sienten libres y un 60%

Para ofrecer un acompañamiento y recursos a estas mujeres, así como a la persona familiar que tienen su cargo, desde Suara Cooperativa hemos impulsado la comunidad Aliura, el primero portal de Cataluña dedicado a la dependencia y un medio de referencia para acompañar y ayudar a las personas dependientes y sus familias, dentro y fuera de casa.

Por todos estos motivos, desde Suara Cooperativa creemos que es imprescindible que exista una política de conciliación laboral y familiar que garantice la corresponsabilidad de las labores de los cuidados entre hombres y mujeres, para que no sean ellos las que siempre deben renunciar a los sus proyectos laborales y vitales.

Por todos estos motivos, este 15 de mayo, Día Internacional de la Familia reclamamos que se pongan sobre la mesa todas las medidas pertinentes para garantizar la existencia de familias plurales y diversas; así como que potencien una real y efectiva corresponsabilidad en torno a los cuidados de las personas y, con ello, el hecho de tener una familia no acabe convertido en un lastre para muchas mujeres que las enclava en una realidad donde no pueden materializar sus proyectos o sueños.

Maria Parera

Técnica del área de Personas, Miembro de la Comisión de Igualdad y Miembro de la Comisión de Atención del Acoso LGTBQ+