Los proyectos Sirona del sudoeste de Inglaterra, LEYF de Londres y las residencias de ancianos y escuelas infantiles de Suara intercambian propuestas innovadoras para responder a los tiempos de pandemia.
Un encuentro entre servicios de atención a las personas de Inglaterra y de Suara ha permitido compartir las experiencias vividas durante el primer confinamiento por Covid-19. Todos los proyectos han coincidido en que los momentos de crisis pueden ser un catalizador para propuestas innovadoras y disruptivas que den respuesta a lo que pasa y abren nuevas oportunidades. Desde las diferentes realidades territoriales y sectores de atención (escuelas infantiles, residencias de personas mayores y servicios de atención domiciliaria), coinciden en 3 medidas que a diferentes niveles les han permitido ofrecer una atención de calidad, descubriendo nuevos ámbitos de impacto: la incorporación de la tecnología a los servicios, una atención más personalizada y el apoyo y formación a profesionales y servicios.
Una de las experiencias presentadas ha sido la de Sirona, una empresa pública que ofrece recursos y apoyo a servicios de atención a la dependencia, desde residencias a atención domiciliaria. Fue fundada por el servicio nacional de salud (NHS) y las administraciones locales de las regiones de Bristol, North Somerset and South Gloucestershire al suroeste de Inglaterra, lo que facilita el acompañamiento conjunto desde los ámbitos sanitario y social a los servicios, sin las limitaciones políticas que se dan habitualmente.
Para hacer frente a la pandemia, Sirona ha creado un equipo de asistencia gratuito en torno a los servicios de cuidados, disponible las 24 horas del día todo el año y multidisciplinar (formado por profesionales de la enfermería, medicina, trabajo social, etc. ), con el objetivo de ofrecer apoyo y acompañamiento a todos los servicios de las zonas por vía telefónica. Además, ofrecen acompañamiento con recursos telemáticos: contactos telefónicos constantes, una biblioteca de recursos virtual (guías y vídeos con consejos e información sanitaria), registros digitales con información sanitaria y social accesible por los servicios de salud, formación y apoyo en la prevención para profesionales, y una reacción rápida ante un brote de Covid-19, con apoyo para acceder a pruebas o para activar acciones de prevención.
La otra organización que compartió su experiencia fue LEYF, una empresa social benéfica que gestiona 39 escuelas infantiles en Londres. Durante el cierre, abrió 15 centros para niños y niñas vulnerables y niños de profesiones de los trabajadores. Esto permitió a aquellas familias trabajar durante todo el cierre, sabiendo que sus hijos/as eran atendidos de forma segura en un lugar seguro, con personal de confianza. También se comprometieron a garantizar el aprendizaje en casa de los niños que no asistían a la escuela infantil mediante videollamadas con familias, días de juego con Zoom, llamadas telefónicas semanales y un programa semanal de actividades. Los vídeos realizados por el personal se vieron más de 100.000 veces. Cuando regresaron a la escuela infantil, después del cierre de la primavera, enviaron a las familias un pequeño libro y un libro en línea para preparar a los niños y niñas a los cambios que se producirían en las escuelas, reduciendo la ansiedad y el miedo.
En cuanto a SUARA, todo sus servicios reciben apoyo actualizado en relación a la pandemia y en las regulaciones que les afectan, con planes de contingencia y el acceso a un portal web con información, vídeos y consejos. Las escuelas infantiles de Suara, que cerraron toda la primavera, también apostaron por compartir cada día alguna actividad o propuesta con las familias, desde canciones manualidades. La comunicación personalizada con las familias fue constante en confinamiento, con videollamadas, escritos o llamadas, así como con el programa Kindertic que permitía el contacto directo entre familias y profesorado. En las residencias de mayores de Suara también se ha garantizado y se garantiza el contacto con las familias, tanto con llamadas y videollamadas con las personas atendidas, como con el uso de una app, Ommnio, que permite el intercambio de información entre profesionales y familias, garantizando la seguridad de los datos. Además, desde todos los servicios se hacen llegar guías y recursos pedagógicos a las familias, así como información de servicios y recursos por si en algún momento los necesitan.
Todas las entidades, tanto Suara como Sirona y LEYF, destacan la formación y acompañamiento que han podido recibir los profesionales durante la pandemia, ofreciendo herramientas de autocuidado y potenciando su desarrollo profesional. Desde LEYF utilizan una plataforma online formativa para profesionales, llamada MY LEYF, que además de ofrecer formación permite compartir conocimientos. Las conexiones a las sesiones aumentaron de media de 4.500 a 27.000 visualizaciones semanales. En el caso de Suara, además se ofrecen servicios de acompañamiento emocional como el Suara en casa o el programa Regenera, que acompaña a los y las profesionales en las consecuencias de la pandemia.
La incorporación de la tecnología es un fenómeno transversal en todas las experiencias. Como elementos innovadores, encontramos que las escuelas infantiles de Suara ofrecen visitas virtuales por los espacios para enseñar y explicar el servicio. Desde Sirona plantean una app, AccuRx, para consultas telemáticas de los servicios que asesoran. Por parte de las residencias de Suara se utiliza Alexa, un asistente de voz que permite a las personas atendidas decidir cuando llaman a la familia con un comando de voz, así como establecer recordatorios, poner música, etc.
Todas estas experiencias muestran cómo, ante momentos de crisis y de reto, surgen ideas diferentes que dan respuesta a la situación y proponen nuevas dinámicas y estrategias generadoras de oportunidades para los servicios. Algunas se quedarán en el futuro, sea cual sea; otros evolucionarán y se transformarán, en una actualización constante para dar respuesta a la realidad voluble y cambiante que nos rodea. De todo ello, sacaremos y sacamos aprendizajes y conocimientos que enriquecen nuestros servicios. Tener la oportunidad de compartir estas vivencias con proyectos europeos, en este caso ingleses, nos permite potenciar la calidad de la atención que ofrecemos, teniendo siempre en el centro la persona que atendemos, núcleo y razón de nuestra actividad.