Suara Cooperativa, en colaboración con la startup vasca Oroi, han puesto en marcha una prueba piloto para utilizar la Realidad Virtual con el fin de mejorar la calidad de vida tanto de las personas mayores, pero también de niños, adolescentes o jóvenes.

En el caso de las personas mayores, se está implementando la realidad virtual en tres viviendas de personas mayores de Barcelona en Can Travi, Camí Antic y Pere IV, así como en el Centro de día Milenario, también en esta ciudad. Además, se prevé que en futuro inmediato también se utilizará en algunos domicilios del Servicio de Atención Domiciliaria (SAD) de Hospitalet.

Sin embargo, esta tecnología no solo puede ser útil entre las personas mayores, sino que también puede mejorar la vida de muchas personas en cualquier franja de edad. Por eso, también se ha empezado a utilizar en Els Químics Espai Jove de Girona.

Esta prueba piloto, por ejemplo, está permitiendo viajar a través de la experiencia inmersiva en el país de origen de los chicos y chicas que han vivido un proceso de migración o que las personas mayores puedan visitar lugares significativos de su vida.

 

¿Qué experiencias dispone?

Las gafas virtuales disponen de tres experiencias distintas basadas en las gafas de la Realidad Virtual, que permiten mejorar la salud tanto de personas mayores como jóvenes.

  • Cognitivo: mediante la simulación de actividades de la vida diaria, se fomenta la estimulación cognitiva y se facilita la concentración, ayudando a personas de todas las edades a mantener la salud mental y la autonomía funcional.
  • Relajación: las vistas panorámicas y paisajes a 360 grados con las gafas de Realidad Virtual ayudan a reducir el estrés, la ansiedad y mejorar el bienestar emocional.
  • Estimulación cognitiva: los ejercicios de lenguaje, memoria y atención promueven el desarrollo cognitivo y pueden ser útiles para adolescentes, jóvenes y adulto

A través de estas experiencias se mejora tanto la salud física como el bienestar de las personas que tienen acceso a ella. Por un lado, se propicia el derecho del envejecimiento digno con sesiones que propician reducir el deterioro tanto físico como cognitivo a través de estímulos personalizados conforme a las experiencias vividas o las realidades actuales.

Por otro lado, en el caso de los niños y niñas, adolescentes o jóvenes se quiere garantizar su acceso a la salud y la educación o a preservar su identidad, unas cuestiones fundamentales para su desarrollo y crecimiento acorde a la Carta Universal de los Derechos de los Niños, aprobada el 20 de noviembre de 1959 por la ONU, una efeméride que se conmemora cada año en esa fecha.

Por eso, se realizan iniciativas para velar por su salud psicológica, emocional o física; otras orientadas a reforzar sus procesos educativos con la mejora del lenguaje, atención o memoria; y, en el caso de los que provienen de otros países, dirigidas a aprender la lengua y la cultura local, pero sin olvidar su identidad con experiencias que les recrean su lugar de procedencia.