Todas las cosas necesitan su tiempo y, en caliente, es difícil reflexionar y sopesar en su justa medida lo que significan nuestros actos. Este mes de junio las socias y los socios de Suara tuvimos en Asamblea General Ordinaria, el acto por excelencia de nuestra expresión democrática hacia la gestión de la cooperativa. La Asamblea General es "la punta del iceberg" del trabajo previo, que hacemos en nuestro día a día a golpes de aciertos y desaciertos que nos obligan a repensar constantemente.
La expresión "la punta del iceberg" se utiliza habitualmente en contextos negativos, pensando que esconde algo no tan bueno. Me gustaría dar la vuelta en relación a la Asamblea General de Suara, que nos demuestra que esta punta es la parte visible de un trabajo y una solidez que conforma nuestro iceberg.
El éxito de una asamblea debería medir desde dos ópticas diferentes: por un lado, por su participación, y por otra parte por el grado de confianza depositado en las personas que en este momento entorno la enorme responsabilidad de ponernos delante representando a las socias y socios.
En relación a la participación, asistieron a la Asamblea de Suara 635 personas socias, que representaban 707 votos (incluyendo los votos delegados): estas cifras son la prueba evidente de que somos una empresa viva, que nos creemos nuestro proyecto social y el modelo cooperativo para sacarlo adelante. Querría hacer especial mención a los 145 votos delegados a la Asamblea, que ponen de manifiesto el sentido de responsabilidad de las personas socias hacia su deber como socias y socios. En esta asamblea se ha demostrado y debemos alegrarnos que sea así.
Por otra parte la confianza es la clave de bóveda que pone en valor el trabajo que hacemos y sobre todo como la hacemos. No deberíamos dejar que hablar de confianza cayera en un uso superfluo y frívolo. Hablar de confianza, hacer confianza, es el eje vertebrador de nuestro trabajo y la receta para conseguirla no es complicada cuando de verdad actuamos teniendo en cuenta lo que creemos.
Seguiremos trabajando para hacer asambleas basadas en la participación y la confianza, que nos permiten visualizar el trabajo que hacemos. Pero sobre todo seguiremos trabajando para que la parte que no se ve (el fondo del iceberg) sea sólida en lo que nos define (nuestros valores cooperativos) porque es lo que realmente nos da credibilidad en nuestra gestión diaria y muestra la voluntad de las personas que trabajamos para un proyecto común.
Montserrat Pujol. Presidenta del Consejo Rector de Suara Cooperativa